Después de
ver el video “Pay Attention” espero que algunos de mis colegas estén pensando
seriamente cómo servirán su ‘plato’ para el nuevo año.
Para muchos
la tecnología en el campo de la educación ha sido una bendición. Desde la máquina reproductora hasta la pizarra
“inteligente”, hemos visto cantidad de adelantos. Muchos educadores han recibido estos
adelantos con alegría porque su labor se hace más amena y los estudiantes se
benefician. Cuando el maestro utiliza
bien la tecnología, el proceso de enseñanza redunda en bien para todos.
Pero ¿qué
sucede con ese grupo de educadores que les cuesta adaptarse a este progreso en
la tecnología? Para ellos la tecnología se
convierte en una maldición. ¿Por qué
será? ¿Serán personas que nunca se han llevado con las cosas técnicas
o tecnológicas? ¿No estuvieron expuestas a ellas? ¿Tuvieron experiencias negativas y no han
podido superarlas? Quizás no tuvieron personas a su lado que les ayudara. Quizás,
nosotros podemos ser esa persona que les ayude a entender.
¿Cómo
podemos ayudar? Antes que nada, hay que convencerlos
que la tecnología y todo lo que conlleva
les puede hacer su trabajo más llevadero. Enfaticemos que tenemos mucha competencia
fuera del salón de clase y que tenemos que buscar todo aquello que ayude a “competir”
con las distracciones que los jóvenes tienen hoy día.
La
competencia es fuerte. Muchos estudiantes
tienen IPads, IPhones, IPods y una
variedad de equipos que conectados a la red cibernética los mantienen en
comunicación con sus amistades y familiares, la mayoría vía texto. Están expuestos a una variedad de redes
sociales como Facebook, My Space,
Twitter, Google+, por mencionar algunas de las más conocidas. Tienen sus propias cuentas electrónicas,
llevan sus propios blogs y mantienen
sus propios portales o websites. Colaboran con otros estudiantes en
documentos de Google o SkyDrive. Saben como subir videos o
audios.
¿Cómo
competir? Pues, usemos esas
distracciones para nuestro beneficio en
la sala de clase. Se puede tener un foro
de discusión (discussion board) para
dialogar sobre distintos temas, un wiki para
trabajar sobre un proyecto en grupo, y un blog para reflexionar sobre lo
discutido en clase. Muchos estudiantes no quieren o no se atreven a vociferar
sus opiniones en clase pero por medio de un blog u otra plataforma lo hacen y
se sienten más a gusto.
¿Lo
intentamos? Sé que no será tarea fácil pero
por algún lado tenemos que empezar.
Muchos de mis colegas tienen ideas excelentes. ¿Las compartimos con aquellos que les ha
costado trabajo adaptarse a los cambios en la tecnología?
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